Sensibilidad especificidad valor predictivo positivo y negativo
La sensibilidad es crucial en situaciones donde evitar un falso negativo es primordial. La prevalencia de la enfermedad afecta significativamente los valores predictivos. El médico debe valorar este 20%. Es fundamental para descartar la enfermedad con confianza tras un resultado negativo.
Esto subraya la importancia de considerar el contexto epidemiológico. Minimiza los falsos positivos, señalando correctamente a los individuos no enfermos. Una prueba muy específica pero poco sensible generará muchos falsos negativos.
Se descarta un diagnóstico probable. Es esencial en la toma de decisiones clínicas.
La elección de la prueba diagnóstica depende del objetivo y la enfermedad. Esto es importante para decidir si es la mejor prueba. Es importante recordar que un resultado positivo en una población de baja prevalencia necesita confirmación.
Elegir la prueba correcta depende del impacto de un falso negativo. Relaciona la probabilidad a priori (prevalencia) con la probabilidad a posteriori (VPP y VPN). Un 20% de los sanos serán falsos positivos. Un alto valor predictivo negativo es deseable para descartar una enfermedad.
Esto puede llevar a pruebas diagnósticas innecesarias y ansiedad en los pacientes. En una población con baja prevalencia, el VPP será menor, incluso con alta sensibilidad y especificidad. Un alto valor predictivo positivo es deseable en pruebas de cribado. Si la prueba es negativa, es muy probable que la persona esté sana.
Un 5% de los enfermos serán falsos negativos. Para descartar enfermedades comunes, se busca una alta especificidad. La sensibilidad y especificidad son características intrínsecas de la prueba. Este valor es especialmente útil en el contexto clínico para interpretar los resultados.